La lectura para conocernos sin apasionamientos
A menudo, los seres humanos solemos leer motivados por diferentes razones, razones que dependen de factores intrínsecos o vinculados a nuestro entorno. No existe (ni debe existir) un solo motivo por el cual debamos desarrollar la motivación de leer con más frecuencia, tampoco la lectura debería convertirse en una especie de proyecto de vida para quien decida no considerarla de esa forma.
Al margen de las distintas razones que nos mueven a leer, es importante destacar que la lectura no es solo un medio para adquirir conocimientos especializados en distintos campos de estudio, sino que es una importante vía de autoconocimiento, pues permite que podamos conocernos a nosotros mismos. Es un elemento silencioso, introspectivo.
Dependiendo de nuestra posición previa o durante el proceso, existen diversos textos que nos llevan a un análisis profundo sobre nuestra naturaleza humana. Textos que nos llevan a profundizar en las aguas de nuestro yo. Esto no quiere decir que necesariamente debamos de acudir a ciertos textos para ensimismarnos, en un intento por abstraernos de todo lo que sucede a nuestro alrededor, como si nada más importara.
Puesto que ensimismarse excesivamente no es nada bueno, ya que un ensimismamiento desmedido podría no permitir que adoptemos una actitud reflexiva frente a las situaciones que suceden a nuestro alrededor, además podría convertirse en un obstáculo a cualquier intento de una profunda evaluación de los cambios que se generan en nuestro interior o de aquellos aspectos que se mantienen constantes y que podríamos mejorar.
No obstante, si no manejamos los equilibrios, si vivimos demasiado tiempo afuera, esto quizás no permitiría que analicemos objetivamente nuestro ser como un todo, de manera que no sobredimensionemos ni tampoco le restemos valor a nuestra esencia. Conocernos a nosotros mismos (no solo nuestras virtudes) es tan importante como conocer a otros, lo cual podemos lograrlo a través de nuestras vivencias, de la observación, de lo que escuchamos, así como de nuestras lecturas. Algunas personas desechan las lecturas de corte interiorista y psicológico, al considerar que «son libros de autoayuda», «que se tratan de libros comerciales», comentarios que debo decir que respeto bastante, a pesar de que no sé si ciertamente dichas máximas apliquen en todos los individuos.
Leer para conocernos, es tan importante como leer para conocer a otros o para elaborar argumentos sólidos para presentarlos en una mesa de debate, sin olvidar que somos un diamante en permanente estado de cambio.
Lo que ayer fuimos probablemente mañana ya no lo seremos en la misma medida, es lo que brinda el paso del tiempo.
Intentemos conocernos sin convertirnos en presas de las opiniones externas, incluso de las propias…
No somos seres perfectos, pero tampoco inmutables…